lunes, 29 de noviembre de 2010

Muerte y estufas perseguidoras

No tengo perdón de dios. Se me olvida actualizar.
Y aunque tengo la ligera sensación de que nadie lo echa de menos, siempre me queda la cosilla de... ¿Y si hay un pobre lector que suele meterse en este cutreblog una vez cada... 3 días y ve que no hay nada nuevo? Entonces me siento requetemal. Así que he decidido que voy a actualizar.

Podéis dar gracias a mi profesor de Narrativa, más conocido como Sr. Muerte. ¿Por qué? os preguntaréis... Y si no os lo preguntáis me da igual, algo tengo que contar.
Pues bien, porque es mu' mu mayor. Cuando digo mu' quiero decir muy, pero MUY de MUY MUCHO. Una auténtica reliquia. Si no fue uno de los 12 apóstoles, fue el 14 o 15 fijo. Y cuando habla, parece que su pila está agotándose y que está perdiendo batería y el ritmo consigue envolverte y crees que vas a morir... Bueno, morir igual no, pero dormirte en medio de clase ya se aproxima a lo que quiero decir.

Así que nada, me acabo de sentar yo en esta maravillosa clase de la cual ha huido el 70% de la gente, más que nada porque fuera hace frío y me encanta hacer como que me interesan las asignaturas y he pensado "pues voy a actualizar". Y eso es lo que estoy haciendo (CAPITÁN OBVIOOOOOOO).

Como he dicho, fuera hace frío de cojones. De esto que las manos se te atrofian y te cagas por haberte dejado los guantes en clase. Sientes que la nariz se te va a caer a cachos y en definitiva, sueñas con una estufa que te persiga. Estoy planteándome muy seriamente el inventar algo así. Una estufa perseguidora. Tengo que darle vueltas al nombre.
Sería algo así como una estufa que funcionara con una batería recargable. Con patitas y bracitos. Y abrazarla no te abrasaría vivo, al contrario, sería como abrazar a un bebé. ¿Habéis abrazado alguna vez a uno? Pues son suaves y están calentitos. Siempre. Dan ganas de apretarles las manitas y... Bueno, que me lío yo a hablar de mi sobrino y sus carnecillas de enano.
Pues bien, la estufa te perseguiría allá donde fueras. Y a darle abrazos de vez en cuando. Y sino, pues se pone en el modo estufa normal y te calienta un rato. Decidme que no es una gran idea. Si los furbys funcionaron, que no tienen ninguna función, cómo no va a funcionar esto...

Cuando tenga unos ahorros me pongo a ello. Vosotros mientras tanto, comprad guantes y bufandas y ya os sorprenderé algún día.

Y en fin, ya no sé qué más gilipolleces decir. Me estoy imaginando una situación en la cual el Sr. Muerte me pregunta:

Ane, ya estás en internet. ¿Qué estás haciendo?

¿Eh? Pues nada, trabajar en proyectos de I+D

¿I+D?

Investigación y Desarrollo, que te lo tengo que explicar todo.

Pero estamos en clase de Narrativa...

Pero la Narrativa no me dará de comer. Ya me lo agradecerás cuando mi estufa te persiga por el mundo.

... Creo que lo mataría, del todo. Pero me gusta imaginarme esas cosas.
Y ahora, un gran vídeo que me hizo reír ayer:




2 comentarios:

Atticus dijo...

Jajajajajaja, me descojono. Yo la estufa perseguidora la compraría. O un gato estufa, que también serviría.

ramon dijo...

Es una pena, pero desde que se inventó la mantita con mangas los abrazos pasaron a estar sobrevalorados.

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