viernes, 12 de noviembre de 2010

HOY FOLLO. ¡Mañana fescado con fatatas!

Dispuesta a hacer una entrada con más sentido que la anterior, me he informado en varias páginas de Internet sobre las diferencias entre hombres y mujeres. ¿La conclusión? Ninguna, pero me lo he pasado genial.

He decidido hacer una clasificación sobre las cosas que he encontrado. Y dejo lo mejor para el final, así os tengo entretenidos y lo mismo me leéis y todo. Jé, qué mala soy.

Primer punto: frases típicas

Cuando una mujer dice… “¿Estoy fea? ¿Estos pantalones me sientan bien?

Bueno, esto es universal. Estáis jodidos del todo. Personalmente procuro no preguntarlo, porque los silencios incómodos suelen ser… Eso, incómodos. Pero a veces no tienes otra opción. Me explico. Como mujer que soy (si, en serio) hay días en los que despertamos sintiéndonos Carmen de Mairena (transexual no especialmente atractiva, por no decir un tumor) y nuestra solución es pensar con todo lujo de detalles qué cojones nos vamos a poner esa noche. El pelo, el maquillaje, los complementos y la ropa tienen y cuando digo tienen es TIENEN que crear una especie de halo de belleza a nuestro alrededor o sino morderemos a todo el mundo. Nos tenemos que mirar al espejo y decir: tía, estás para darte.

¿Qué ocurre? Que una se prepara, se mete en el baño como si estuviera en Lourdes esperando un milagro, pasa 17 horas en chapa y pintura y espera que al salir, su novio la vea como en esas películas americanas en las que la chica aparece a cámara lenta, con el pelo al viento mientras la baba del susodicho amenaza con caer. Y no suele ocurrir. De hecho, el chico probablemente te mire y diga… YA, ¿NO? Joder cómo has tardado.

Entonces… una se sume en la depresión. Y hace la dichosa pregunta, esperando un: “No te he dicho nada porque no podía expresar tanta belleza con una frase” o “Si, estás tan buena que te comía y me cosía el culo pa’ no cagarte” (Quizás exagere un poco, pero es lo mío). El problema viene cuando, a pesar de que es lo que una espera, diga lo que diga el chico, nada es satisfactorio. Un “Si, estás muy guapa” lo entenderíamos como: “Quiero sexo esta noche, no me la voy a jugar”. Un “Ah, pero ¿te has hecho algo?”. Lo entenderíamos como… Como un retraso mental y punto. Y ya, el silencio incómodo es mortal. Así que, si, somos pesadas hasta la saciedad. Pero en el fondo, es divertido.

- “Dímelo, que no me voy a enfadar”. Es simple. Nos vamos a enfadar. Y por lo general, todos caéis.

Ejemplo de conversación:

- ¿Qué tal lo has pasado en ese viaje a Cuba con tus amigos?

- ¿Eh? Bien, ya sabes, mucha fiesta.

- ¿Me has echado de menos?

- Claro que si, cómo no te iba a echar de menos.

- Ah no sé, allí en Cuba, con esas chicas tan… sugerentes…

- Jejejejeje

- ¿Te has liado con alguna?

- ¿C-c-cómo? ¿Eh? No, no, ¡claro que no!

- Venga… (Sonrisa fingida a más no poder. Modo colegueo ON) No me digas que te has ido a Cuba y no has ligado nada.

- Que no, que estoy contigo, cómo iba a hacer eso…

- …Porque claro, allí, el calor, los bailes… Yo entendería que pudiera pasar.

- (Comienza la duda) Eh… Que no, que no, de verdad.

- Que si ha pasado, me lo puedes decir ¿eh? No me voy a enfadar. Si habrá sido algo sin importancia.

- N-n-n-no.

- ¿Seguro? Va… Qué soso…

- Jejejeje (risa floja) bueno, va, una noche una tía me entró, estaba borracho y… bueno.

CHAN CHAN CHAN…

Caíste, pringao. Y de ahí ya no sales.

- ¡ ¡Pero si no te ibas a enfadar!

- ¡Y NO ME ENFADO! Bueno, ¡ME ENFADO! Pero por haberme mentido. Si me lo hubieras dicho antes…

Y si, señoras y señores. Esto último, también es mentira.

Tenía alguna frase más, pero no quiero mataros leyendo. Lo hago por vuestro bien, que soy muy buena.

Y ya, para terminar, lo que más gracia me ha hecho. He encontrado así por casualidad, una página de “remedios caseros” (ya me diréis qué tiene que ver) en el que explican formas de reconocer cómo alguien está interesado en ti. Son tan grandes, que no me he podido resistir:

CÓMO SABER SI A ALGUIEN LE REMUEVES EL… ALMA. (Esto es mío, no asustarse)

Recopilación:

Datos universales:

Dilatación de las pupilas

Pues si. Eso dicen. Si hablas con alguien y tiene las pupilas dilatadas, le molas. Y ahí entra el conflicto… ¿En una discoteca podemos fiarnos? ¿Si mi novio tiene la pupila grande de por si es que le gusta todo el mundo? ¿La conjuntivitis es un signo de odio a todo el mundo?

Yo, definitivamente, paso de las pupilas. Sigo en mi línea de “las cosas claras y el chocolate espeso”. Que solo falta ahora que un tío te venga y te diga: eh, ¿no has notado que me gustas? ¡Vamos, joder, mira mis pupilas!

Mímica

Al parecer, si tú miras el reloj, te mueves el pelo o qué sé yo, haces danza del vientre, el susodicho al que le molas, hará lo mismo. Eso dice esta página reveladora. Así que ya sabéis, poned a prueba a todos los sospechosos/as. Seguro que no llegáis a ninguna conclusión.

Ver la reacción con interés

Alguien cuenta un chiste. Es malo de cojones. Él/ella te mira. LE GUSTAS. Hombre, yo creo que esto es algo exagerado. Yo miro a todo el mundo cuando digo tonterías. Y siempre digo tonterías. Y no, no me gusta todo el mundo. Pero esta página es genial.

Vamos con los factores por sexos:

A un chico le gustas si…

Te lo encuentras casualmente en todas partes

Querido/a creador de la página… A eso se le llama acosador. Creo que en ese supuesto, me daría cuenta de que a esa persona le pasa algo conmigo. Pero gracias por informarme.

Te mira mucho

Pues hombre, eso espero. A mi si me da la espalda como que no me conquista.

Se arregla los calcetines (WTF?!!!?!)

No tengo palabras.

Mete el dedo pulgar en la faja

El mejor, sin duda. Aquí me han venido dudas, porque a mi por faja me viene… Faja. Esa braga de dimensiones extragrandes que se supone, tiene la función de mantener todo lo que el gimnasio y la dieta que no haces, no mantiene, en su sitio. Esa braga con la que no querrías tener un accidente y mucho menos, un polvo esporádico. ESA braga.

Punto número 1. Si me mete el dedo PULGAR en la faja, (si lo consigue, mejor dicho) huiré antes de sentirme humillada por la cosa que llevo en mis carnes.

Punto número 2. CREO, que si un tío llega a meter algo en las bragas de alguien, es evidente que hay cierto interés. No creo que comprueben la resistencia del material.

Teniendo en cuenta estos dos puntos, he pensado que quizás la faja sea algo para chicos. Y no he querido pensar más.

Y para terminar y que no me matéis…

Le gustas a una chica si…

Te evita

De cajón de madera de pino. Y lo peor es que es verdad. Si apareces en todos los sitios a los que va ella, le metes el dedo en la faja y te arreglas los calcetines continuamente, ella huirá. Y entonces (y solo entonces), puedes llegar a la conclusión de que le gustas.

Y esto es lo que viene siendo, un manual de consejos para ligar o mantener la vida. Si os gusta bien y sino… No dejéis de leerme, son lapsus… (carita de pena).

PD. Lo de los donativos a mi cuenta sigue pendiente.

2 comentarios:

Unknown dijo...

He de reconocer que tras el título... ha caído en picado, jajaa. Por eso lo de la faja, supongo, y en cuanto a ligar, ya ves, una de las cosas que siempre veo es que los pringados tienen más suerte que yo, quizá porque son más directos, quizá no entienden de pupilas, no sé... Ahora es cuando debería deducir que soy más pringado que ellos, bueno, podría ser... bienvenidos al África negra... mucha hambre!

Atticus dijo...

Un post muy revelador, sin duda...

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